Cambio de fechas





Amo las películas. Las buenas, esas dignas de pasar a la historia. No las llenas de lugares comunes que acaparan la mayoría de los espacios cinematográficos y se multiplican como parásitos. No esas que reproducen esquemas, con principios, desarrollos y finales felices, tan emotivos como irreales. Y lo escribo a conciencia, porque suelo llorar con (casi) todas.

Amo las películas. Esas que me muestran cosas de la vida, cosas que puedo vivir, sentir en mi piel. Esas que son ejemplarizantes, las que me hacen reflexionar, las que me invitan a pasear por universos desconocidos, las que me hacen reír, las que solo me entretienen. Las que me inspiran en mi propio guión en el que siempre hay una oración o una imagen de la que aferrarse para seguir escribiendo.

Y seguiré. Pasaron en este 2009 muchas películas, y siempre sabré que la más intensa, la que más sentí en mi piel, fue la mía. Mi propia película, mi propio guión.

De las demás historias, repaso en mi memoria y pienso cuál sería la mejor. Los críticos dieron su opinión, Slumdog Millionaire, Bastardos sin gloria, Mal día para pescar, entre otras. Coincido. Pero si tuviese que elegir una, sería “El verano de Kikujiro”, de Takeshi Kitano. Fuera de circuito comercial y de la temporada de estrenos.

La música (y por sobre todo la música), la ternura y las vueltas y sorpresas que nos depara un tránsito por un lugar y un espacio impensado, son los argumentos más firmes. Para verla, hay que alquilarla o buscar otros métodos alternativos (...) Pero hacerlo vale la pena.

Es una película con una hermosa parábola sobre el poder de la amistad y el amor en un envase no tradicional ... atípico, como los giralunas de Luis Eduardo Aute, con los que despido el año:

“Cuenta la historia que una noche, cuando todos los girasoles decidieron juntos -como cada día- mirar el suelo, el giraluna decidió esperar mirando al cielo sin agachar ni esconder su cabeza. Esperó y esperó hasta que finalmente la noche le presentó a la Luna. Nunca la había visto y se emocionó tanto al verla que en la distancia ella se percató de su presencia. Entonces, notando la audacia del giralunas, le mostró algo que nunca nadie jamás antes había visto: su otra cara...

Cuenta Aute, que la Luna le dio esa ofrenda por tres razones: el giraluna nunca perdió la fe, mantuvo la curiosidad intacta y tuvo criterio propio. Tres valores, que aún sin mencionarlo el artista, escasean, y mucho, hoy en día”.

Peces de ciudad

Con los cinco sentidos


Uno a veces despierta de un sueño

como si fuera una pesadilla.

Descubre que estaba más dormido de lo que creía y

los sentidos lastiman con su pedido de auxilio,

Uno se toca y siente un puñal atravesándole el cuerpo

Uno mira y cree que los ojos se incendian de dolor,

huele y siente el aroma rancio de las cosas quietas.

Después del shock, por la caída y el golpe,

uno ve, siente, mira, huele y escucha

como si lo hiciese por primera vez.

Ahí uno descubre que está vivo,

y que el sueño devenido en pesadilla

es un tránsito más,

y que la piel, los ojos, los oídos, el olfato y el gusto

sencillamente vuelven a despertar

“Avatar”, el futuro del planeta

El realizador estadounidense James Cameron asegura que el fin último de su película "Avatar", que se estrena este mes de diciembre en los cines europeos, es concienciar a la gente sobre el peligro de destrucción de nuestro planeta y salvar la Tierra.

"Solo tenemos una Tierra. Debemos darnos cuenta de una vez por todas de que nuestro planeta es un paraíso. He rodado 'Avatar' también para mis cinco hijos", explicó Cameron en un entrevista que publicó "Bild".

El realizador de "Terminator" y "Aliens, el regreso" subraya que "si consumimos todo desmesuradamente, acabaremos destruyendo aquello que nos es importante. Soy una persona 'verde'. Nuestra casa funciona con energía solar y conduzco un coche híbrido".


"El problema es la energía. Como no consigamos controlar ese problema acabaremos por no tener futuro", dice Cameron, quien señala que su última película va en sintonía con la cumbre sobre el cambio climático de las Naciones Unidas que se celebra en Copenhague.

Fuente: Agencia EFE

Cumpliendo el sueño de niña

Los amigables muñecos de Calle Sésamo (Sesame Street) cumplieron 40 años desde su primera aparición pública. Desde aquel entonces a hoy día muchas anécdotas han de tener los divertidos amigos de otrora, que este 2009 fueron más populares porque la primera dama de Estados Unidos los recordó rodeada de niños, que por su propia trayectoria.


Personalmente estos amigos que acompañan mi travesía bloggiana, me resultan parte de mi niñez, aunque recuerdo vagamente sus historias. Por eso me sumo a la anécdota, muy cómica por cierto, de ver a la mujer de uno de los hombres más poderosos del mundo, absolutamente desprejuiciada y alejada del protocolo que impone la Casa Blanca.

Muchos motivos hay para respetar a Michelle Obama, como que su rol de mujer y compañera de Barack no se desvirtuó, sino que muy por el contrario cada vez está mejor posicionada en los índices de popularidad. A veces, incluso, superando los que alcanza su marido. Michelle y sus dos hijas recibieron a los muñecos de Plaza Sésamo en la Casa Blanca, y junto a otros niños, jugaron en las habitaciones de la magnánima residencia presidencial ante los flashes de las cámaras de los fotógrafos y la televisión.

Michelle contó que la primera vez que vio a los personajes de este barrio fue el 10 de noviembre de 1969, cuando tenía cinco años. Cuatro décadas después cumplió su sueño de antaño y participó de la fiesta de cumpleaños junto a dos emblemas del programa, el querible monstruito rojizo Elmo y el gigantesco y amarillento pajarraco Abelardo.

Con ellos se alejó un poco de los “grandes temas” y habló de las bondades de plantar y consumir hortalizas. Algo que de hecho, es muy bueno para nosotros y el planeta. Michelle y sus amigos también recordaron lo necesario que es taparse la boca al estornudar, o lavarse las manos antes de comer, para sumarse a una campaña de prevención de la gripe A (H1N1). Completita la jornada, educativa y todo.

Invictus, todo empieza con el primer paso

Clint Eastwood siempre sorprende. Sus proyectos, su carrera, sus opciones siempre van un paso más allá. Ahora, dio un gran salto y de su último trabajo Gran Torino, ubicado en los suburbios multiétnicos de Estados Unidos, se va a Sudáfrica para recrear una vez más momentos históricos. Como en Cartas desde Iwo Jima o La conquista del honor, en Invictus toma la historia y cuenta una revolución.

Basándose en la novela de John Carlin 'The Human Factor: Nelson Mandela and the Game that Changed the World' ('El factor humano: Nelson Mandela y el partido que cambió el mundo'), Eastwood recreará los momentos, en lo que con gran esfuerzo, el líder negro logró colocar nuevamente en alto la moral de su nación.

Con las cicatrices de su liberación aun abiertas tras 27 años de prisión y las muertes de miles por el apartheid aún sangrando, Mandela consolidó un cambio sustantivo para Sudáfrica y se constituyó como el primer presidente negro de aquel país. Pero fue en un partido de rugby donde su palabra tuvo ecos y se afianzó el cambio en un pueblo divido por el racismo y la xenofobia.

En ese momento de la historia se detuvo Eastwood para mostrar los entretelones de lo que sucedía en Sudáfrica en 1995, cuando Mandela, luego de denodados esfuerzos, logró que su país fuera elegido como anfitrión de la Copa Mundial de Rugby. Los sudafricanos venían siendo excluidos de las competiciones por su crisis social y política y este reposicionamiento fue sustancial.

Mandela, que será caracterizado por Morgan Freeman, logró avanzar en esta lucha por la entrega que encontró en el capitán de la selección de rugby de Sudáfrica, los Springboks. Este deportista, interpretado por Matt Damon, sorteará los obstáculos del racismo e impulsará a su equipo a ir tras él. A pelear por el título máximo de su nación, acabar con los prejuicios raciales y dar un ejemplo a todo un país. Por ahora, solo hay avances de un esperado film.

Adiós a Mercedes Sosa con la voz en alto


El domingo 4 de octubre falleció Mercedes Sosa. En la misma jornada, y quizás por capricho del destino, en la que se festejaba el aniversario del nacimiento de la poeta chilena, Violeta Parra. ¡Que misterioso es el universo! Tanto, como mágica y dulce la voz comprometida de esta artista argentina.

La última voluntad de “La negra” fue que la despidieran cantando. Y así fue. Miles de personas se agolparon en el tránsito hacia su descanso final para aplaudir, cantar y arrojar flores al cortejo fúnebre que la trasladó hacia el cementerio de La Chacarita. Allí fue cremada en una ceremonia íntima, y luego, tal como era su deseo, sus restos esparcidos en su Tucumán natal, en Mendoza donde residió buena parte de su vida y en Buenos Aires.

Las voces para recordarla y homenajearla llegaron de muchos lados, músicos, políticos, pensadores, sus seguidores. Todos coincidiendo en destacar su lucha por las libertades, la igualad y la democracia.

Periodismo, periodistas y ética

Hay cosas que no se enseñan en ninguna academia. Las tenés o no. La ética es una de esas pequeñas grandes cosas que se tienen, o no. Es sencillo, como el dilema planteado en The Insider (“El informante”), donde la ética, la noticia y el hombre debaten por elegir el camino que marque mayor fidelidad a lo que cada uno es.

Michael Mann conquistó diversos premios con “El informante”, una historia real en donde las corporaciones tabacaleras de Estados Unidos acorralan a un ex ejecutivo, a un periodista y a una cadena de televisión. O mejor dicho, acorralan las éticas de unos y otros.

Es una clara muestra de cuánto puede manipularse una información, de cómo puede tergiversarse un dato, acomodándolo a distintas conveniencias. En tiempos electorales, o no, en Estados Unidos, Uruguay u otras partes del planeta, esto es algo que sucede a diario y contra lo que algunos, como Lowell Bergman (Al Pacino), luchan denodadamente.

Este periodista de gran trayectoria, productor del programa “60 minutos” de la cadena CBS, encuentra una mañana en un envío anónimo que llega a su casa un mundo de corrupción y mentiras donde lo que pesa la balanza es la salud de millones de personas, o los miles de millones de pérdidas económicas de unos pocos. Presiones y engaños se enredan con el dilema de seguir o no la tentadora senda financiera o, con temor, cumplir con el deber de desnudar los sucesos tal cual los cita “la calificada fuente”, Jeffrey Wigand (Russell Crowe).

En tiempos donde la (aparente) saturación informativa llena las pantallas vale la pena detenerse en esta historia real que develó con maestría los entretelones de un mega caso de adulteración de la realidad y menoscabo al público. Una historia que se traslada a otros lugares y contextos no tan grandilocuentes, pero no por ello menos importantes.

El periodismo y por ende los periodistas estamos siendo cuestionados. Los públicos ya no son lo que eran, tienen herramientas para juzgar con dureza, y lo hacen. Tienen mecanismos para conocer con detalle los posibles embustes, y los denuncian. Tienen un poder que otrora no, y lo usan; cuestionan, preguntan, rebaten, indagan. Los comunicadores deberíamos tenerlo presente en cada nota, y no olvidar.

Al Gore, y lo no dicho por la ciencia

Para muchos científicos 2007 es un mojón que explica la globalización del cambio climático. En ese año el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, y el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) fueron premiados con el Nobel de la Paz por “sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para las medidas para contrarrestar ese cambio”.

Sin embargo, este galardón -que alcanzó gran repercusión en Uruguay por el aporte de especialistas nacionales al informe del IPPC- encuentra voces disímiles en el mundo de la ciencia. El director de la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de la República (UdelaR), Marcelo Barreiro, integra este núcleo crítico.

El científico remarcó al Portal Observa que tras la premiación de Al Gore y el IPCC hubo un “punto de inflexión” en cuanto a la atención y difusión de lo que implica el cambio climático. Explicó que la realización de una película como “La verdad incómoda” de Al Gore resultó, “pese a los errores” de la misma, una herramienta de concientización global del fenómeno del cambio climático. Pero también acarreó un inconveniente a la ciencia.

Explicó que hasta ese entonces el cambio climático era un fenómeno extendido en el mundo de la ciencia a través de la investigación. Pero de 2007 en adelante la atención se dirigió sobre todo a las políticas de mitigación y adaptación al fenómeno.

Barreiro remarcó que este desajuste en las atención dada a las tres patas del fenómeno ambiental (investigación, adaptación, mitigación) es perjudicial a nivel global, pero más para Uruguay que tiene muy pocos estudios de investigación en la materia.

“Por alguna razón de la investigación ya se habla menos. Y la gente cree o tiene la impresión que porque le dieron el premio Nobel a Al Gore la ciencia ya ha hablado. La ciencia no puede hablar, porque construye paso a paso y el premio (otorgado) fue el de la Paz, no el de Ciencia”, subrayó el experto uruguayo.

El docente de la UdelaR considera que es “fantástica la masificación de la información” porque es importante educar a la sociedad sobre lo que es el cambio climático. “Al Gore hizo un gran trabajo en eso. El mensaje es claro y está basado en el informe del IPCC”, comentó. Reclamó empero que no se estacione el tema en ese punto. “Es muy peligroso dejar de lado la investigación, sobre todo en Uruguay donde prácticamente estudios sobre el clima hay muy pocos”.

Publicado por Yelly Barrios en Observa.com.uy

Ciencias atmosféricas, una carrera de proyección

Muchos son los pasos que se dan a varios niveles para que Uruguay tenga una política de Estado que atienda los efectos del cambio climático a escala local. Sin embargo, también son muchos los factores que atentan contra el desarrollo de esas políticas.

El director de la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de la República, Marcelo Barreiro, contó al Portal Observa los entretelones de una cara descuidada en materia de cambio climático: la formación de profesionales idóneos.

“El rezago que tenemos es inexplicable”, aseveró Barreiro, quien comentó que la primera licenciatura en ciencias de la atmósfera de Sudamérica se gestó en la Universidad de Buenos Aires. “Estamos completamente rezagados, porque nunca se le dio importancia al tema”, amplió. Pese a este pasado, el docente entiende que Uruguay está dando pasos positivos para salir de ese rezago en el que estuvo durante 20 años.

La explicación es sencilla: “Se comenzó a comprender que dependemos fuertemente del clima” y que sus alteraciones y variabilidades tienen fuerte repercusión en la actividad económica, agropecuaria, turística y social. “Por suerte las cosas están cambiando y esperemos que siga transitando en el camino de ir sumando. Necesitamos gente, y la salida laboral no es un problema”, mencionó.

Joven licenciatura sin egresados

La licenciatura en Ciencias de la Atmósfera fue creada en 2006 -y empezó a recibir alumnos un año después- para atender la ausencia de una carrera universitaria en el área. Dos intentos anteriores, en las décadas de 1970 y 1980, no dieron demasiados frutos. Solo dos profesionales egresaron a fines de 1980 y luego se cerró. La generación que comenzó en el SXXI, compuesta por unos 30 estudiantes, aún sigue en carrera. Con viento a favor y mucho estudio egresarán en 2010. Pese a esto el director de la carrera reflexionó sobre la formación de recursos humanos con optimismo.

“Esperamos que esta nueva licenciatura funcione, porque por primera vez en el país hay un cuerpo de docentes -integrado por unas ocho personas- con formación idónea vinculada a las ciencias de la atmósfera. Todos debieron formarse en el exterior para poder lograrlo, pero antes los docentes eran solo tres y para una licenciatura es imposible”, comentó el investigador.

El propio Barreiro tiene una formación universitaria que comenzó en la Facultad de Ciencias de Uruguay, que completó luego con un doctorado en Oceanography Graduate Council, Texas A&M University, y un período de investigación en Earth System Science Fellowship, en la National Aeronautics and Space Administration (NASA).

Este 2009 -a sus 38 años- fue distinguido por el International Centre for Theoretical Physics de Italia por las investigaciones que ha desarrollado en el campo de la variabilidad tropical atlántica y en la exploración de mecanismos para explicar el registro paleo-climático.

Publicado por Yelly Barrios en Observa.com.uy

Cada tanto, no está mal

Una de tiros, y de vez en cuando, no le hace mal a nadie. No soy fanática del cine de violencia, pero el gancho de Johnny Depp y Marion Cottillard, dirigidos por Michael Mann me sedujo.

Me alcanza con eso para definir a “Enemigos públicos” como una buena película de entretenimiento. La historia atrapa todo el tiempo, y el humanismo de los personajes se hace sentir. Tanto, que se logra una empatía poco probable fuera de la sala de proyección: aliarse con el delincuente.

Los años de la depresión en Estados Unidos, y el clima de lo que debió ser Chicago por aquel entonces está muy bien logrado. Picardías, dolor, amor, y muchos tiros son la premisa para entretenerse, y deleitarse en una tarde de cine.

Una chica, su hombre y su cartera


Marion Cottillard se hizo mundialmente famosa con su actuación en La Vie en Rose interpretando a Edith Piaf. La maravillosa caracterización de el "gorrión de París" se le retribuyó con un premio Óscar en 2008, lo que potenció aún más su prestigio, pese a que ya había cosechado galardones de alto rango, como el César a Mejor Actríz en 2005.

Ahora, Marrion es la cara de las místicas carteras de Dior, por protagonizar un cortometraje para la afamada marca francesa. El trabajo, dirigido por Olivier Dahan fue exhibido este 2009 por primera vez en el Festival de Cannes. El detrás de cámaras y el corto de suspenso, seducción, y acción se pueden ver también en http://www.youtube.com/watch?v=IL5Nnay5sKY

Asombro con un click

Creo que una de las principales verdades de la vida se vincula con la idea de que es bueno no perder jamás la capacidad de sorprenderse. Eso, por suerte, es una de las pocas cosas que conservo. Y lo confirmo con la revista estadounidense Glamour. Esa fotografía sin retoques no podía despertar otra cosa.

Bajo el título “Sentite cómoda en tu propia piel” el famoso magazine publicó la foto de Lizzi Miller, una chica de 20 años que luce sonriente con sus pechos desnudos y una diminuta bikini... eso no debería sorprenderme. Y no lo hizo. Lo que me sorprendió es la panza de la chica.

Miles de mujeres reaccionaron ante la imagen. Gratamente por cierto, tan solo por sentir la identificación con lo que miran. "No lo ves en las revistas pero lo ves cuando te miras al espejo", comentó Cindi Leivi, directora de Glamour. "Creo que fue a eso a lo que reaccionaron nuestras lectoras", agregó Leivi, según publicó la edición on line de la publicación.

Las seguidoras de la revista no ocultaron su sorpresa y agradecimiento. Debido a tales manifestaciones la editorial comenzó a rever los patrones de belleza impuestos desde su revista ... Claro, que resta mucho camino para revertir las exigencias de un mundo artificial y engañoso. Sin tortas de chocolate, sin dulce de leche, sin helados...

Tan difícil como entender el gran negocio que se esconde tras la industria de la belleza. ¿Quién imagina que modelos como la de Glamour concursen por ser Miss Universo? Esta semana el certamen internacional eligió entre las cinco mujeres más lindas del planeta a una joven kosovar que lucía, a sus 18 años, una delgadez extrema. Una chica puertorriqueña que tenía una nariz similar a otras de las concursantes, y una ganadora proveniente de un país que se sabe tiene empresas de creación de misses: Venezuela.

Entre las “chicas más lindas” de los países del mundo que desfilaron sus estéticos cuerpos en Bahamas y la audaz modelo de Glamour, hay un punto crucial de referencia: la realidad.

(Foto: Revista Glamour USA)

Buen día para ir al cine

El hombre más fuerte del mundo, un auto empujado a tracción humana y un actor invitando a ver su interpelación más lúcida, son parte del anecdotario de la filmación de la película uruguaya “Mal día para pescar”. También alguna de las razones esgrimidas por los protagonistas para que usted vaya a verla.

El director Álvaro Brechner, y dos actores del film, Antonella Costa y Gary Piquer, conversaron con Observa, dieron sus recomendaciones para no perderse la película y revelaron secretos de la filmación. La película, ópera prima de Brechner, llega a las pantallas uruguayas luego de exhibirse en la 48°Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine de Cannes.

El proyecto que se estrena este viernes en varias salas nació el 18 de mayo de 2005, día del cumpleaños de Piquer. El actor recordó que en aquel entonces se reunió en un bar con Brechner y entre festejo y conversación surgió la posibilidad de llevar a la pantalla grande el cuento de Juan Carlos Onetti, “Jacob y el otro”. Pasó un buen tiempo para que se consolidara el equipo y se reunieran los fondos. Pero el logro llegó y en 2008 comenzó la filmación en Uruguay.

De lo pequeño a lo universal

Costa recordó que cuando fue convocada a participar de la película primero la cautivó la historia y luego el personaje. “Desde que me la contaron me fasciné, con el cuento, con el personaje”. Para la actriz, “Mal día para pescar” es “muy diferente” a otras y destacó que la razón para no perderse la película es precisamente ésa. La definió como “un gran homenaje al western”.

“Presenta un conflicto muy pequeño. En principio uno siente una distancia grande con la película, pero a los pocos minutos el conflicto se universaliza de una manera prácticamente mágica, y terminas involucrado con alguno de los tres personajes principales”, reflexionó la actriz, participante de varios elencos internacionales como Diarios de Motocicleta y El Viento.

Un “príncipe” se confiesa

Por su parte, Piquer destacó sin tapujos -pero también sin vanidad-, que la mejor razón para ver la película es su participación. “La primera razón es porque estoy yo, sin ningún tipo de presunción. Lo digo simplemente por el hecho de que ésta es la única vez en mi carrera en la que veo una película en la que no me he reconocido”.

Piquer opinó que cuando los actores se miran a sí mismos en un filme “están pendientes de ellos”. Reveló que al ver “Mal día para pescar” vio a su personaje: Orsini un peculiar buscavidas que recorre Latinoamérica autodenominándose “Príncipe”. El viaje lo realiza acompañado de su representado, Jaboc van Oppen (El actor finlandés, Jouko Ahola -El hombre más fuerte del mundo en 1997 y 1999).

“(Que no me haya visto) es una buena señal, por eso recomiendo a la gente que vaya a verla como si me quisieran hacer un favor como actor, porque estoy muy orgulloso de la interpretación. Por supuesto la película es vital, llena de vida y ello abre la puerta a muchas interpretaciones”, agregó el actor. Piquer tiene una destacada trayectoria en teatro en Nueva York y participó en varias películas internacionales.

(Fotografía: Marcelo Singer)

Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy

Los “Jostabol” están de fiesta

Era muy niña cuando una familia estadounidense se popularizó en Uruguay. Los Huxtable (“Jostabol” para mi memoria) fueron una de las más entrañables compañías televisivas de la década del 90.

Este 2009 el Show de Bill Cosby cumplió 20 años de su primera emisión en Estados Unidos. Un hito que pasó desapercibido; algo imperdonable para los seguidores.

En este tiempo en el que al encender la televisión -sin opción a TV Cable- uno no encuentra más que telenovelas; con culebrones de los cuales se conoce el comienzo, el desarrollo y el final, recordar a la querida familia “Jostabol” es un como una bocanada de aire fresco a 40 grados a la sombra en verano.

Sus integrantes, sus historias individuales, sus amigos, lo que los hacía reír o llorar, era siempre imprevisible. Daba gusto sentarse a compartir un nuevo capítulo. Pero no todo fue entretenimiento en la casa de los “Jostabol”, también fue un mojón en la historia.

El “Dr. Jostabol” era el padre de una familia de clase negra, residente en los suburbios de Chicago. Promediando el año 1984, cuando empezó a emitirse la serie en Estados Unidos, los “Jostabol” se posicionaron como una de las primeras familias de raza negra que no estaba estereotipada y se mostraba por tanto, igual a cualquiera de raza blanca.

Este mismo punto sin embargo les implicó cuestionamientos, ya que muchos activistas aseguraron que se formaba en base a arquetipos irreales, porque omitía las desigualdades existentes en la sociedad, derivadas de la discriminación racial.

Más allá de eso, aquella familia es un recuerdo amigable. Muchas series televisivas compiten actualmente por las grandes audiencias, muchas logran ser creativas, ingeniosas, audaces... pero pocas podrán sortear el paso del tiempo y permanecer acompañando el devenir de la historia. Ser parte de la historia...

Bill Cosby

Adiós Juventud

El viernes 31 de julio sorprendió con la noticia de la muerte de Washington “Canario” Luna. El cantante uruguayo padecía una grave enfermedad que lo mantuvo internado durante varias días en un centro asistencial de Montevideo.

El Canario Luna fue una figura emblemática del carnaval y la música popular de Uruguay. Tiene una larga trayectoria artística, pese a que en los últimos años se mantuvo alejado de escenarios y tablados. Realizó algunas incursiones con murgas y participó del documental Hit.

Unos de sus temas más emblemáticos de su carrera son Brindis por Pierrot, El grito del Canilla; el Himno a Nacional; Adiós Juventud; El tiempo me enseñó, con Tabaré Cardozo, entre otros.

El valor de lo intangible



Cuando una película entretiene, alcanza generalmente éxito de taquilla. Este no es el caso...

En Las horas del verano (L’ Heure d’été) la regla -si es que la hay- sería inversa; cuando una película sorprende, generalmente es un éxito, pero para una elite que se animó a verla. La película de Olivier Assayas cuenta la historia de una familia compuesta por una mujer viuda, Hélène Berthier, sus tres hijos adultos y varios nietos. Esa mujer, sobrina del artista francés Paul Berthier, sabe que está por morir, y con ella, historias, secretos y una colección de objetos de arte que guardó con precioso celo durante muchas décadas.

Con su anunciada muerte llega el duelo, y luego el inevitable debate familiar sobre la sucesión y la decisión de mantener, o no, las valiosas pertenencias. En esto, en el valor, es donde se esconde la maravilla de la película; lo que sorprende de a poco y con mucho recato.

Ella no las valoraba como obras en sí mismas, sino por el amor que tenía por aquel hombre, que más que su tío, fue su amante de todas las horas. Ese descubrimiento, que llega promediando la película, se confirma al conocer que ella guardaba en una bolsa arrugada y escondida, una escultura de Edgar Degas. Para Hélène este objeto roto por los años no tenía valor. Un coleccionista de arte o un museo lo restauraría al instante para apreciar su belleza y cotizarlo a una no despreciable suma de dinero.

Las discusiones sobre dos cuadros de Jean-Baptiste Camille Corot, que finalmente se esfuman en dinero, y la corroboración de que un escritorio de diseñador renacentista en un museo pierde la magia que tenía en un estudio familiar, van escribiendo una gran pregunta. Al salir del cine y hasta este momento, pienso en ese mensaje subconsciente sobre el valor de las cosas, en el arte.

Para este caso, esa discusión sobre las reproducciones artísticas como fenómeno de “socialización y equidad” me resulta vago y superfluo. Está claro que si las piezas artísticas estuviesen guardadas al ojo público, millones perderíamos de apreciarlas. Pero también es interesante esa reflexión sobre qué es más hermoso, si un valioso jarrón de porcelana china en una vitrina del museo o ese mismo objeto decorando y aromatizando con flores un ambiente familiar...

Harry, el príncipe y la bendición del Papa

Los “Harry Potter” maníacos ya disfrutan en las butacas de los cines la última experiencia cinematográfica del ex niño mago y ahora adolescente, que como todos, se debate entre sus obligaciones en la escuela y sus hormonas, en el “Misterio del Príncipe”.

En medio de ese corrillo de emociones, Harry Potter (Daniel Radcliffe) y todo el equipo del film incluida la autora de la famosa saga literaria, J. K. Rowling, fueron bendecidos por el Papa. Así es. Llegó la bendición desde el Vaticano sin que importara para este caso la vida privada de los protagonistas, ni sus inclinaciones sexuales, ni polémicas relacionadas con acusaciones de plagio hacia la escritora, entre otros entretelones.

Esta semana las agencias de noticias internacionales informaron que el diario del Vaticano publicó la crítica de la nueva película destacado que alcanza un “balance correcto”. Según la mirada eclesiástica “El misterio del Príncipe” tiene "una clara línea de separación entre aquellos que trabajan para el bien y aquellos que lo hacen para el mal". Reuters recordó que en 2008 un artículo en el mismo periódico señaló a Harry Potter como "un equivocado modelo de héroe". Pero este contrasentido no es el único.

El Papa Benedicto XVI no es fan de Harry Potter. En 2003, el entonces cardenal Joseph Ratzinger escribió una carta a una mujer alemana diciendo que los libros del mago contenían "tentaciones sutiles" capaces de corromper a los jóvenes cristianos. Este 2009 el Papa protagonizó otra polémica cuando intentó ascender a un sacerdote austriaco que había dicho que las historias de Potter olían a "satanismo". Ese mismo sacerdote dijo públicamente que el huracán Katrina fue el castigo de Dios por los pecados cometidos en Nueva Orleans. Marchas y protestas impidieron el anunciado ascenso.

De todos modos los fanáticos no esperan este respaldo eclesiástico -ni ningún otro fuera de lo que es la propia comunidad de Harry Potter-, siguen atentos las repercusiones del estreno mundial de la película y reflejan sus comentarios y críticas en redes sociales, como Facebook o Twitter.

El mundo en campaña

Ambos videos, uno de la BBC y otro del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, muestran en breves instantes los fenómenos que afectan al planeta, y la necesidad de contribuir desde las células más pequeñas de la sociedad, como lo es la familia, hasta los grandes centros de poder político y económico.

El efecto mariposa del cambio climático

Inundaciones, sequía, deforestación, derretimiento de los glaciares, desgaste del suelo, tornados, estiércol de miles de cabezas de ganado, y chimeneas humeantes son imágenes familiares. También lo son las que muestran a líderes de países desarrollados negociando el futuro del planeta.

Sin embargo, las acciones que se toman en cada hogar pueden ser tan poderosas como las que debaten los líderes esta semana en L’Aquila, Italia.
Allí los representantes del G-8 negocian el documento que debatirán en diciembre en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, a celebrarse en diciembre en Copenhague, Dinamarca, que tratará de consolidar un nuevo rumbo para las naciones y las acciones que tomarán para proteger el futuro del planeta.

Sin embargo, un tema que parece tan lejano merece especial atención en los núcleos más íntimos de una sociedad, como lo son las familias. Debates, análisis, información y conciencia en el hogar pueden ser herramientas de poderosa incidencia. Son como los efectos del vuelo de una mariposa.

Algunas cosas concretas qué se pueden hacer en el hogar, algo así como “Mi efecto mariposa” son: el reciclaje de la basura en el hogar, separar lo orgánico de lo inorgánico y posteriormente depositarlo en los contenedores destinados a cada uno de estos residuos, guardar en un balde el agua que se vierte de la ducha mientras se espera que caliente, cerrar la canilla mientras se lava los dientes o se afeita, no utilizar bolsas plásticas al realizar las compras domésticas, consumir bebidas en envases retornables, al salir de su casa, no olvide apagar todas las luces y aparatos eléctricos conectados a la pared.

Mientras los representantes de las economías dominantes intentan ponerse de acuerdo sobre lo que están dispuestos a ceder para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (entre otras cosas), hay gobiernos que toman medidas concretas, como es el caso de Gran Bretaña. El gobierno intenta que los ciudadanos tomen conciencia del problema en su vida diaria.

Además de trabajar por un “acuerdo ambicioso, eficiente y justo” a negociar en Copenhague, lleva adelante un proceso “en casa que disminuyó desde 1990 hasta la fecha un 20% de sus emisiones de gas con efecto invernadero”, indica un informe de la Embajada Británica. Ese proceso que inició Gran Bretaña se expandió a otros países, entre ellos los del Río de la Plata, tal como se difundió el pasado martes 7 de julio en Buenos Aires, durante un encuentro organizado por la Embajada Británica de Argentina y la BBC Wolrd Service Trust, del que participó Observa. Las proyecciones como datos fríos en una gráfica resultan alarmantes, pero cuando se les suman imágenes de las consecuencias que acarrea el cambio climático para el crecimiento económico, la amenaza se vuelve impactante.

Actualmente el gobierno Británico – a través de sus embajadas en el Cono Sur- y una ONG argentina preparan la difusión del primer informe sobre las consecuencias económicas en América Latina del cambio climático, que dará pantallazos de este nuevo enfoque del problema. Mientras tanto, se ratifican las proyecciones sobre lo que ocurrirá en el planeta si gobiernos y ciudadanos no revierten los actuales procesos de deterioro de los recursos naturales. Por tal motivo, algunas naciones se muestran firmes en los planteos concretos que deberán acordarse en diciembre en Copenhague.

En menor escala también suceden procesos sociales, impulsados por gobiernos nacionales, locales y ONGs como los que fomentan el reciclaje de materiales plásticos, cartón y basura electrónica, la reutilización de agua con efectos residuales, casas de materiales amigables con el medio ambiente, etc. Procesos quizá no tan trascendentes a primera vista como los necesarios para revertir los efectos del cambio climático a nivel global, pero que, como el efecto mariposa, generan pequeñas corrientes de aire, que impulsan otras mayores, y así producen fenómenos inimaginables si se miden las dimensiones del pequeño aleteo que los provocó.

Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy

La conquista de Milk

Harvey Milk fue un activista gay que a fines de la década de 1970 alcanzó mucho más que cualquier otro integrante de su comunidad, en Estados Unidos, hasta ese entonces. La película El tiempo de Harvey Milk lo trae al siglo XXI.

El film de Gus Van Sant (Paris, je t'aime) tuvo este 2009 ocho nominaciones a los premios Oscar. Uno de ellos lo conquistó Sean Penn como Mejor Actor. Un reconocimiento magistral, a una labor tan sutil como única en la brillante carrera del estadounidense. Una excelencia muy bien lograda.

La película muestra el final en sus primeros tres minutos, por lo que la sola actuación de Penn completa las siguientes secuencias fílmicas. El propio personaje cuenta su devenir como gay, los avatares sociales y los perjuicios que él y otros miles debieron enfrentar para conquistar derechos básicos como el de la vivienda o el ejercicio libre de la profesión. Dando un paso más, habría que considerar varios aspectos, tales como la temática vigente que aborda: la discriminación al diferente, o aspectos más técnicos como la ausencia de documentación sobre el personaje central, que en principio se muestra como de gran exposición mediática en el año 1978. Como crítica, habría sido bueno difundir datos y entrevistas en los materiales anexos para conocer en profundidad a Milk, más allá de su ascenso al poder en la California de los años hippies.

Milk la película, se va construyendo con las relaciones del protagonista con otros personajes, algunos dignos de atención, como su pareja (Emile Hirsch), otros desdibujados, como el “gay latino” (Diego Luna). Lo demás transcurre con detalles magníficos y otros llenos de lugares comunes... e incluso innecesarios.

El rey en el Olimpo

El ícono del pop Michael Jackson, falleció el 25 de junio de un paro cardíaco.Tenía 50 años, deudas y muchas denuncias en su contra. Pero más allá de las polémicas, que rodearon toda su carrera, el artista dejó un legado que lo coloca junto a otros grandes de la música en el Olimpo, con los dioses. They dont´t care about us, fue filmado en una favela Río de Janeiro en 1996.

Al malevo se le piantó un lagrimón

La palabra fue elegida como la más bonita por centenares de internautas, muchos de ellos rioplatenses
Malevo es la palabra más bonita del idioma Español. El término que según la Real Academia Española (RAE) significa “hábitos vulgares, propio de los arrabales” o un “hombre matón y pendenciero que vivía en los arrabales de Buenos Aires”, fue elegida entre otras tantas por centenares de internautas en el marco de las celebraciones por el Día del Español, el pasado fin de semana.

La elección de un concepto tan típicamente rioplatense no pudo más que revelar la intención de la región. Tal es así que en la página www.eldiae.es se puede constatar que muchas de las opiniones provienen de internautas argentinos, uruguayos y brasileños, según informó el administrador de la encuesta. Entre las 10 palabras más votadas Malevo alcanzó 593 votos, la siguen chapuza (537), albricias (375), malabarista (347), valentía (347), infamia (315), cariño (314), bregar (281), luz (274) y abrazo (241).

Las consultas se realizaron a través de la web en coincidencia con las primeras fiestas organizadas para celebrar la riqueza de un idioma que es oficial en 21 países y que hablan 450 millones de personas. La iniciativa por el Día del Español es promovida por el Instituto Cervantes, que convoca a celebrarlo cada año los 21 de junio. La encuesta del instituto fue lanzada el pasado 11 de mayo, y durante su vigencia 14.628 personas de 95 países votaron más de 1.400 palabras, informó el instituto.

Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy

Cruzada por más giralunas

Hay pocas palabras que pueden explicar lo que encierra el concepto intimidad. Pero sin duda, sería la primera que elegiría para describir la experiencia de disfrutar a Luis Eduardo Aute en un concierto en vivo

El viernes 29 y el sábado 30 de mayo el artista oriundo de Manila (Filipinas), pero con sangre española, presentó en el Cine Teatro Plaza "Memorable Cuerpo", un recorrido por el humor, el erotismo y la gloria. La calidez de su voz y la compañía de un buen equipo de músicos fueron la delicia de una gélida noche de invierno que fue tomando color y calor con el paso de las prosas, las melodías, y de las canciones.

Historias personales, otras no tanto, y un recorrido por los secretos más sencillos de su humanidad fueron cubriendo como un manto las almas que participaban del memorable encuentro. Algunos relatos podían ruborizar al más tímido, otros emocionar al más parco. Sin duda fue un derroche de música, algo que el propio artista prometió al comienzo del show y con lo que finalmente cumplió a rajatabla con generosidad, no solo por las más de tres horas de canciones y poesía, sino por la experiencia de compartir pequeños secretos. Como el que cuenta que en un mundo de polaridades, como el blanco y el negro, el arriba y abajo, la izquierda y la derecha, hay algo que no tiene su opuesto: los girasoles. Sin embargo, luego de varias elucubraciones el don de poeta le permitió al cantautor imaginar un giralunas.

Cuenta la historia que una noche, cuando todos los girasoles decidieron juntos -como cada día- mirar el suelo, el giraluna decidió esperar mirando al cielo sin agachar ni esconder su cabeza. Esperó y esperó hasta que finalmente la noche le presentó a la Luna. Nunca la había visto y se emocionó tanto al verla que en la distancia ella se percató de su presencia. Entonces, notando la audacia del giralunas, le mostró algo que nunca nadie jamás antes había visto: su otra cara...

Cuenta Aute, que la Luna le dio esa ofrenda por tres razones: el giraluna nunca perdió la fe, mantuvo la curiosidad intacta y tuvo criterio propio. Tres valores, que aún sin mencionarlo el artista, escasean mucho hoy en día.

Luis Eduardo Aute

Dramas muy humanos

En mayo de 2009 un documento conmocionó a Irlanda por su contenido. En las más de 2.500 páginas se patentizó el testimonio de miles de niños víctimas de abusos sexuales en escuelas, reformatorios y orfanatos gerenciados por la Iglesia Católica de ese país. Coincidentemente o no, a comienzos de este milenio un sacerdote era enviado desde California, Estados Unidos, a Irlanda, por haber participado de situaciones similares. Este hombre reveló su nombre en el documental "Deliver us from evil" (Líbranos del mal), pero eso no fue todo, Oliver O´Grady puso su rostro para testimoniar el horror de sus acciones.

El sexo, la castidad y la violación de las normas de la iglesia y de la intimidad son más que tópicos cinematográficos. Son un hecho constante y sonante que no puede ocultarse. En el documental "Deliver us from evil" las víctimas narran sus penas con desgarro, porque no solo está violentada su intimidad como niños o niñas, sino sus creencias. El victimario desde otro rol da sin tapujos los detalles de sus ultrajes, y cuenta sin miedos el placer que ello le genera. Son testimonios que conmocionan por el falso concepto de moral que sigue emitiéndose desde el Vaticano.

Las estructuras y los hilos que se movieron con las denuncias de abuso sexual costaron a la Iglesia Católica sangre, sudor y mucho dinero. Los episidios protagonizados por O´Grady insumieron gastos estimados en más de un billón de dólares. Hubo juicios, mentiras, ocultamientos e inmunidad. En el documental se reveló que el actual Papa, Benedicto XVI, fue acusado de conspiración por ocultamiento de los casos de abuso sexual en California, denunciados en 2004 y 2005 pero consumados durante la década de los ochenta. Sin embargo el poder que ostenta el sumo pontífice quedó evidenciado con la "inmunidad" que le otorgó durante estos episidos el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Dudas razonables

El tema de las normas impuestas por la Iglesia y su cumplimiento ha sido abordado en infinidad de buenas y malas películas. En 2008 hubo dos de proyección internacional que atendieron el tema desde excelentes perspectivas: Los Girasoles Ciegos, de España y la estadounidense The Doubt (La Duda).

El film español tiene un argumento metafórico claro, y es que a los girasoles ciegos les falta luz. No saben donde están, dónde mirar, ni qué es lo que quieren. Este film, que aún no llegó a la cartelera uruguaya, es un ejemplo de lo humanas que son las emociones. La moralidad cristiana tiene una serie de pautas direccionadas y controladas desde el Vaticano que marca el andar de miles de fieles. Pero los honestos o quizás los desviados –eso dependerá del lado de la vereda en la que uno se pare- son cada día más, o al menos cada vez más públicos y notorios.

En “Los Girasoles Ciegos” un joven a punto de egresar del seminario se debate entre el deseo y la devoción a Dios. Su intención, se entremezcla con ideologías fascistas durante la Guerra Civil española. El diácono viene de luchar en la guerra "contra los rojos" y requiere la ayuda de su superior para olvidar "el pecado de la carne". El destino o el mismo Dios al que responde lo enfrentan de nuevo ante sus temores más intensos; en un colegio que se le asigna para dar clases, una mujer le seducirá, según lo que él quiere creer, y deseará tan intensamente hacerla suya que lo hará bajo cualquier circunstancia.

En “La Duda” en cambio -con Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman- las circunstancias son otras, pero los "pecados" los mismos. En un colegio de Estados Unidos un sacerdote nuevo da su sermón a los fieles a mediados del siglo pasado. Los temas que promueve este hombre de la Iglesia, sus modales, sus gustos y su presencia incomodan a una monja. Mientras la historia se teje, una novicia que dicta clases descubre que podría haber "algo raro" en la relación del párroco con un jovencito. El pecado nunca se nombra, solo se diseña un contorno y se va vislumbrando entre tinieblas un posible abuso. Sin embargo, la mentira, la manipulación, la desconfianza y la terquedad cobran fuerza, engañadas como Justicia. La historia transcurre y quien mira va haciéndose su propia composición de escena. Va creando su certeza, o su incertidumbre. La misma vacilación que carcomerá a esa mujer que, tras tantas emociones, muy humanas por cierto, o mundanas, puso en el banquillo de los acusados a un hombre que en principio, solo parecía diferente a ella... o no, en eso se hace magnifica “La Duda”.

Padre con sotana

Similares dudas pero distintas circunstancias pusieron este 2009 en el banquillo de los acusados al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, al que le han dado en "llover hijos" de todos lados. El pequeño Guillermo Armindo, que ahora tiene dos años, fue el primero de varios vástagos cuyas madres de la nada reclaman ahora el apellido del primer mandatario. Lo que se juzga en Paraguay no es la ausencia de un padre para esos niños sino que fueron concebidos mientras Lugo llevaba una sotana. El ex obispo al que ahora definen como el “padre de una guardería” es señalado por su proceder, pero ya no por la moral del Vaticano -desde donde a propósito del caso no se ha dicho nada- sino que se pone en la mesa el asunto como modus operandi para desprestigiarlo como político.

Igual desprestigio, pero diferentes circunstancias rodean a una violación a las “normas católicas” ocurrida en Brasil en marzo de este año. Este caso, que apenas tuvo espacio en algunos medios de comunicación regionales, ocurrió en Recife. Se trata de la violación de una niña que derivó en situaciones tan insólitas como que la Conferencia Episcopal de Brasil resolvió excomulgar a la madre de la pequeña y a cinco médicos que le practicaron un aborto terapéutico. Desde la Iglesia ni siquiera se evaluó el daño y el ultraje a la pequeña de tan solo 9 años, sino el accionar que contrapone el dictamen moral que dice "no al aborto". El caso, que resonó en silencio, puso en jaque incluso la relación entre el Vaticano y Brasil. La pequeña violada pesaba solo 30 kilos y medía 1,36 metros de altura, según informó el diario Clarín el 15 de marzo.

* Visite:
http://www.youtube.com/watch?v=scW90Q6Z_OM para ver el trailer de Deliver us from evil.
http://www.youtube.com/watch?v=tq2YQHasU2k&feature=fvsr para ver el trailer de La duda
http://www.girasolesciegos.com

Una historia XXG

El viernes 22 de mayo se estrenó "Gigante", la ópera prima de Adrián Biniez, que logra sortear diferentes climas y atrapar con una sencillez digna de aplausos


Una buena historia, bien contada, resulta atractiva. Cuando se le adiciona buena dirección y actuación se convierte en una excelente pieza artística. Ahora, si además se logra dar con el punto exacto de humor, drama, suspenso y entretenimiento esa obra se transforma sencillamente en una maravilla. Ése es el tránsito de "Gigante", una historia grande por su narración, su frescura y por su protagonista: Fabián Jara (Horacio Camandule), un guardia de seguridad bastante especial.
Jara hace cosas insólitas, si se toma en cuenta su profesión y su entorno; lee, completa crucigramas, escucha heavy metal, juega y cuida a su sobrino en sus ratos libres. Jara es parco y responsable. Llega a su trabajo, registra las cámaras, mira como va todo en el supermercado. Su vida, que transcurre en una pequeña habitación ante las pantallas en blanco y negro de las cámaras de seguridad, sale de la cotidianeidad un día al conocer a Julia (Leonor Svarzas), su objeto de deseo. Entre fideos, papel higiénico y yogur va hilvanándose un relato que tiñe de varios colores la existencia del protagonista.

Es una historia universal que no puede etiquetarse, porque al pretender hacerlo surgen tan espontáneamente las diferentes secuencias de la película que se duda de lo que es exactamente ese hombre grande. Sus actitudes por momentos parecen torpes y muy tiernas, por otros obsesivas e incluso patológicas. Sin embargo, como en un gran paquete, en esta historia de imperdibles dimensiones, entra todo tan perfectamente que se logra sortear con éxito los disímiles climas y contradicciones que se van creando. "Gigante", es una de esas películas que merece un aplauso "XXG".

FICHA TÉCNICA
Dirección y Guión: Adrián Biniez Producción: Control Z films / En coproducción con: Rizoma Films (Argentina) / Pandora Films (Alemania) / IDTV (Holanda)
Producción ejecutiva: Fernando Epstein / Agustina Chiarino En asociación con : Ibermedia / MVD Socio Audiovisual Con el apoyo de: ZDF/ Arte, HBF, Festival de La Habana Latinoamerica Primera Copia, Filmfstintung NRW Género: comedia Fotografía: Arauco Hernández Holz Dirección de arte: Alejandro Castiglioni Dirección de sonido: Daniel Yafalián Vestuario: Emilia Carlevaro Producción: Florencia Chao / Juan José López Jefa de Producción: Agustina Chiarino

Contemplar alcanza



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La fama es puro cuento

Horacio Camandule, el protagonista de “Gigante”, narró detalles del proceso de construcción de su personaje y reveló cómo fue la experiencia de la exhibición de la película en la Berlinale

Conocido artísticamente por su seudónimo Hache XXG, Horacio Camandule, es el protagonista de "Gigante", la ópera prima de Adrián Biniez, multipremiada durante el Festival Internacional de Cine en Berlín (La Berlinale). Como muchos uruguayos artistas, Camandule se dedica a varias actividades y "administra su tiempo" entre la pasión por la actuación, las presentaciones públicas de la película, entrevistas, la docencia teatral a jóvenes y las clases a alumnos de 5to año en una escuela de Camino Maldonado.

"Estaba en el ómnibus un día en Montevideo, y una señora a mi lado leía un periódico en el que estaba mi fotografía anunciando que "Gigante" había sido premiada en Alemania. Fue muy divertido, la señora me miraba y observaba el diario para comparar. Miraba y comparaba, y en un momento la miré y le dije: 'si, soy yo'", contó a Observa Camandule, a modo de relato sobre sus primeros días tras el entusiasmo y los flashes sobre la alfombra roja de Berlín. "Los niños me bajan a tierra, ellos se toman todo con naturalidad", agregó, repasando el proceso que implicó el "ser famoso". Pero la experiencia de vida y el crecimiento profesional que llegaron de la mano de "Gigante", o más precisamente de Fabián Jara, el personaje que interpreta en la película, se le escapa por los poros y se traduce en cada palabra.

Hache XXG nació en agosto de 1973. En su adolescencia comenzó a dar sus primeros pasos en la actuación, fundamentalmente, en escenarios under, teatro joven y en las escuelas, donde conoció su pasión por la docencia. En 2002 consagró esa vocación y se recibió de maestro, desempeñándose actualmente como "un educador para el arte". Luego una causalidad llevó a la otra, y un día se vio frente a un grupo de personas realizando un casting para una película que no imaginó que alcanzaría tanta proyección internacional.

¿Cómo llegaste a ser el protagonista de Gigante?

Soy socio de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) pero nunca fui amigo de los casting. Sin embargo, a través de un amigo, me enteré que había un casting en el que se necesitaba una persona grande. Pese a que me avisaron con una semana de anticipación, recuerdo que ese día tenía una animación en un cumpleaños y estar en la prueba era toda una peripecia, entre cargar el bolso, hacer trasbordo en ómnibus para llegar a un lugar y otro... de pique ya iba pensando que si no iba mejor. Pero cuando entré en Control Z me sentí muy cómodo, todo era una maravilla. Era como entrar en la cancha grande.

¿Cómo te enteraste que habías sido seleccionado?

Llegó el verano de 2008 y me encontré con conocidos de la productora en Cabo Polonio. Me moría por preguntarles cómo venía todo, y ellos sabían, pero no me lo podían decir. Una semana después estaba en Valizas y me comunicaron que tendría una reunión por la película. En una charla sin que me dijeran nada por anticipado fui descubriendo de a poco que era el protagonista. Me lo dijeron como si nada, yo estaba eufórico, no lo podía creer.

TIEMPO DE ENSAYO Y FILMACIÓN

¿Cómo fue tu primer contacto con la historia?

Desde el momento que la leí me encantó. El tiempo de ensayo fue divino. A Leonor Svarsas (Julia, en la película) ya la conocía del teatro, así que fui construyendo el personaje también en paralelo con los castings para otros actores de la película. Me servía para foguearme.

¿Como actor de teatro, cómo te sentiste al tener que enfrentarte a las cámaras de cine?

Haber trabajado con la cámara de un lado y otro en la Facultad de Bellas Artes me sirvió mucho. La ficha de muchas cosas que aprendí ahí me caían durante el rodaje de "Gigante". La gran diferencia entre el cine y el teatro la sentí con la construcción del personaje. En teatro siempre trabajaba el lado de la memoria emotiva y la historia del personaje, en el cine es más técnico, pero le propuse a Adrían Biniez construir el personaje como en teatro y le empecé a sacar jugo creándole historias de vida. Él quedó encantado.

COMO EN UNA CIUDAD DE JUGUETES

¿Cómo empezó el camino que llevó a "Gigante" a La Berlinale?

La primera gran noticia me la dio Adrián, cuando me dijo que habíamos ganado un festival para posproducción en Cuba, que nos dio U$S 250.000 con los cuales terminar la película. Unos meses después, en enero de este año, el mismo Adrián me dijo: "tengo dos noticias para vos, una es que estamos convocados a participar en La Berlinale, y dos, no se si llegamos". Le dije: "¿Vamos o no vamos, porque me tengo que sacar el pasaporte?". Y me lo saqué. Nunca había ido a Europa. Llevé el traje que usé en mi casamiento para la gala y me quedó chico. Fue una peripecia conseguir otro, pero lo logramos. Había que estar con saco negro y camisa blanca.

¿Habías visto la película para ese entonces?

No, no la había visto. Después de la exhibición teníamos marcado retirarnos de las butacas y dirigirnos hacia la parte de atrás del escenario para salir ante el público. Había un centenar de periodistas, flashes de cámaras fotográficas. Yo jugaba con ellos y les tomaba mis propias fotos; que me saliera del protocolo les divertía muchísimo. Cuando estaba ahí a un paso de salir a la premiación me sentí muy emocionado, me puse a llorar y apareció una muchacha y me retocó el maquillaje, había que estar pronto para las fotos.

¿Cómo fue el regreso?

Acá fue raro lo que pasó. Fuimos al festival y estábamos en una burbuja. Cuando llegamos a Montevideo bajamos a tierra. Llegamos al aeropuerto y nos esperaban periodistas y amigos con banderas uruguayas... yo tenía una euforia que no podía creer, me sentía en una ciudad de juguetes.

Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy

No te salves

El 17 de mayo de 2009 falleció en su domicilio de Montevideo el poeta uruguayo Mario Benedetti. La noticia de su muerte corrió como un reguero de pólvora en toda Iberoamérica e incluso más allá. Sus más de 80 obras públicadas y su material inédito son reflejo de la grandeza de su prosa, traducida incluso hasta en chino.

En su último adiós decenas de personas lo recordaron como un hombre de valores y sensibilidad; cientos lo despidieron en su sepelio y otros miles le rindieron homenaje en silencio, en cadenas de mensajes de texto, en redes de comunicación social. "No te salves", es un maraviloso ejemplo de su prosa que habla por sí misma a través de su voz.

La tercera es la vencida

Tengo 28 años, y cuando Los Olimareños regresaron a Uruguay en el emblemático mayo de 1984, yo ni siquiera había alcanzado mi primer lustro de vida. Nunca los vi tocar ni siquiera separados pero el día que anunciaron su reencuentro sentí una emoción y una ansiedad especial, me agolpé como otros miles para conseguir una entrada y ser parte del memorable recital.

Pasaron cinco meses desde que adquirí mis entradas. El viernes 8 de mayo finalmente llegó el momento. Había todo lo que debe existir en un espectáculo gente expectante, vendedores ambulantes, un inmenso escenario, luces, pantalla gigante, todo… la expectativa estaba en el aire, eso era evidente, tanto como la luna llena que daba un marco especial a la velada.

A poco de las 21:40 y ante una tribuna Olímpica colmada, desde un espacio del Estadio Centenario unas luces se encendieron y se pudo ver recorrer una camioneta que transportaba a los artistas, mientras en el escenario Serrano Abella recitabas versos de Rubén Lena. Después el estallito total, la gente aplaudió animada y ovacionó encantada por la imagen de dos artistas reunidos nuevamente después de 20 años.

El desfile de canciones y melodías fue pasando, y el repertorio iba dibujando la trayectoria de José “Pepe” Guerra y Braulio López; junto a ellos estuvieron en el escenario sus hijos y otros músicos como invitados especiales. Llegó la música y el canto, pero me faltaba la pasión. Creo que viví un instante diferente al de otros miles que vivenciaron los silencios y la pasividad de la tribuna como respeto y admiración. Esa ausencia de los músicos con su público para mi fue crucial. Me dejó un amargo sabor en la boca. El sentimiento de haber sido estafada. Sentí ganas de gritarles que les faltaron huevos.

He asistido a varios encuentros masivos entre artistas y fanáticos, en algunos momentos me ha tocado estar de ambos lados, y siempre, con poco o mucho público corre una ráfaga invisible que hace especial una instancia. Pude pensar en algún momento que quizás fue demasiado duro para los cantautores, y les costó aflojarse, o estaban concentrados, pero no encontré excusas que me hagan entender su frialdad con la gente. No hubo palabras para el público, no hubo encuentro, no había adrenalina. Los silencios de la tribuna los sentí como desazón. Una desazón que remontó de a ratos el público a fuerza de odas y ánimos. Sentí una vibración especial al final cuando cantaron su última canción de la noche, A Don José, que hizo temblar las estructuras de una fría jornada.

Algunos cuentan que el segundo show fue más comunicativo, con licencias para con el público. No solo dejando que las canciones digan. Quizás lograron romper el hielo de tanto tiempo lejano, quizás la tercera, en junio en el Luna Park, sea la vencida. Y en tierra ajena y ante uruguayos anhelantes de su patria rememoren al menos en parte la emotividad que los vio nacer y crecer en el Olimar.

Entre dos aguas

"Entre dos aguas", de Paco de Lucía, después de la actuación de Penélope Cruz, lo mejor de "Vicky, Virginia Barcelona"

Aplauso al talento

Miradas despectivas, risas burlonas y la sorpresa tras la primera apariencia definen lo que precede.
La escena se dibuja así: dos hombres y una dama tras un pupitre. Detrás un centenar más de personas en platea. Frente a ellos una mujer. En el escenario no falta nada para el show: luces, cámaras y millones al otro lado del televisor.

Los programas de talentos suelen ser la esperanza de popularidad de los artistas anónimos, muchos poseedores de talento otros solo de osadía. Recuerdo las versiones argentinas y españolas de Gran Hermano y Operación Triunfo, actualmente en un combo dos en uno en pantallas de Canal 4.

Esta semana la versión de la BBC de Talento tuvo picos de rating inimaginados. Una audición literalmente dio la vuelta al mundo de la mano de Susan Boyle.

Este mujer reúne todas las condiciones para “no simpatizar” pero sí para sumar puntos de audiencia en un programa de estas características. Gorda, desprolija, cuarentona, fea y además desocupada. Susan Boyle nació en Escocia, donde vive sola junto a su gato Pebbles. Un error de comunicación entre la producción, una buena estrategia de marketing u otro infortunio impidió que los productores comunicaran a los jurados del programa los prodigios escondidos tras su apariencia.

Ellos la vieron en escena. Tímida, una pequeña sonrisa esbozando en su rostro. La cámara capturó las miradas despectivas y las risas burlonas de los dos hombres y la dama tras el escritorio de las XXX, además de las reacciones del público presente.

En el escenario lleno de luces Boyle espera, y luego empieza a cantar. La perfección de su arte, que no admitió una imperfección, fue tal que todos los presentes debieron tragarse sus socarronas impresiones.

Esta semana Susan Boyle fue conocida por millones de personas, ya es invitada especial de programas de televisión en varios países y no es difícil pronosticarle un futuro prominente. Tampoco es difícil imaginar cuán diferentes serán las próximas apariciones de Boyle en televisión. Ella seguirá siendo cuarentona y fea. Pero será famosa y aceptada mediáticamente.

Lo que Boyle coseche es mérito propio, a costa de dejarse burlar y mantenerse entera para poder mostrar su potencial. En el video se la ve segura de sí misma espera a que todos dejen de lado su primera impresión sobre ella y atiendan su hermosa voz.

Lo cruel de estos programas es que no suelen tener este final feliz. Decenas de veces son niños y jóvenes que ponen su deseo de fama ante la determinación de un jurado que, evidentemente a primera vista no solo evalúa su potencial como artista, sino su presencia. Sin ir lejos, una joven uruguaya que participó de Operación Triunfo y fue “expulsada de la casa”, confesó en una entrevista a Sábado Show que le da vergüenza caminar por las calles de su barrio.

Susan Boyle no se permitió ni un mínimo error, por eso quizás se dibujó un futuro diferente. Otro debió ser el cantar si cometiendo alguna imperfección los jurados hubiesen tenido que evaluarla en su totalidad. Un paquete que incluía una maravillosa voz, pero que venía acompañada de la edad “incorrecta” y la presencia “inadecuada”. Algo difícil de hacer encajar en un mundo que exige belleza, juventud, delgadez y buena presencia. Un mundo difícil de aceptar.
Vea la perfomance de Susan Boyle en Talento
Por Yelly Barrios