Asombro con un click

Creo que una de las principales verdades de la vida se vincula con la idea de que es bueno no perder jamás la capacidad de sorprenderse. Eso, por suerte, es una de las pocas cosas que conservo. Y lo confirmo con la revista estadounidense Glamour. Esa fotografía sin retoques no podía despertar otra cosa.

Bajo el título “Sentite cómoda en tu propia piel” el famoso magazine publicó la foto de Lizzi Miller, una chica de 20 años que luce sonriente con sus pechos desnudos y una diminuta bikini... eso no debería sorprenderme. Y no lo hizo. Lo que me sorprendió es la panza de la chica.

Miles de mujeres reaccionaron ante la imagen. Gratamente por cierto, tan solo por sentir la identificación con lo que miran. "No lo ves en las revistas pero lo ves cuando te miras al espejo", comentó Cindi Leivi, directora de Glamour. "Creo que fue a eso a lo que reaccionaron nuestras lectoras", agregó Leivi, según publicó la edición on line de la publicación.

Las seguidoras de la revista no ocultaron su sorpresa y agradecimiento. Debido a tales manifestaciones la editorial comenzó a rever los patrones de belleza impuestos desde su revista ... Claro, que resta mucho camino para revertir las exigencias de un mundo artificial y engañoso. Sin tortas de chocolate, sin dulce de leche, sin helados...

Tan difícil como entender el gran negocio que se esconde tras la industria de la belleza. ¿Quién imagina que modelos como la de Glamour concursen por ser Miss Universo? Esta semana el certamen internacional eligió entre las cinco mujeres más lindas del planeta a una joven kosovar que lucía, a sus 18 años, una delgadez extrema. Una chica puertorriqueña que tenía una nariz similar a otras de las concursantes, y una ganadora proveniente de un país que se sabe tiene empresas de creación de misses: Venezuela.

Entre las “chicas más lindas” de los países del mundo que desfilaron sus estéticos cuerpos en Bahamas y la audaz modelo de Glamour, hay un punto crucial de referencia: la realidad.

(Foto: Revista Glamour USA)

Buen día para ir al cine

El hombre más fuerte del mundo, un auto empujado a tracción humana y un actor invitando a ver su interpelación más lúcida, son parte del anecdotario de la filmación de la película uruguaya “Mal día para pescar”. También alguna de las razones esgrimidas por los protagonistas para que usted vaya a verla.

El director Álvaro Brechner, y dos actores del film, Antonella Costa y Gary Piquer, conversaron con Observa, dieron sus recomendaciones para no perderse la película y revelaron secretos de la filmación. La película, ópera prima de Brechner, llega a las pantallas uruguayas luego de exhibirse en la 48°Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine de Cannes.

El proyecto que se estrena este viernes en varias salas nació el 18 de mayo de 2005, día del cumpleaños de Piquer. El actor recordó que en aquel entonces se reunió en un bar con Brechner y entre festejo y conversación surgió la posibilidad de llevar a la pantalla grande el cuento de Juan Carlos Onetti, “Jacob y el otro”. Pasó un buen tiempo para que se consolidara el equipo y se reunieran los fondos. Pero el logro llegó y en 2008 comenzó la filmación en Uruguay.

De lo pequeño a lo universal

Costa recordó que cuando fue convocada a participar de la película primero la cautivó la historia y luego el personaje. “Desde que me la contaron me fasciné, con el cuento, con el personaje”. Para la actriz, “Mal día para pescar” es “muy diferente” a otras y destacó que la razón para no perderse la película es precisamente ésa. La definió como “un gran homenaje al western”.

“Presenta un conflicto muy pequeño. En principio uno siente una distancia grande con la película, pero a los pocos minutos el conflicto se universaliza de una manera prácticamente mágica, y terminas involucrado con alguno de los tres personajes principales”, reflexionó la actriz, participante de varios elencos internacionales como Diarios de Motocicleta y El Viento.

Un “príncipe” se confiesa

Por su parte, Piquer destacó sin tapujos -pero también sin vanidad-, que la mejor razón para ver la película es su participación. “La primera razón es porque estoy yo, sin ningún tipo de presunción. Lo digo simplemente por el hecho de que ésta es la única vez en mi carrera en la que veo una película en la que no me he reconocido”.

Piquer opinó que cuando los actores se miran a sí mismos en un filme “están pendientes de ellos”. Reveló que al ver “Mal día para pescar” vio a su personaje: Orsini un peculiar buscavidas que recorre Latinoamérica autodenominándose “Príncipe”. El viaje lo realiza acompañado de su representado, Jaboc van Oppen (El actor finlandés, Jouko Ahola -El hombre más fuerte del mundo en 1997 y 1999).

“(Que no me haya visto) es una buena señal, por eso recomiendo a la gente que vaya a verla como si me quisieran hacer un favor como actor, porque estoy muy orgulloso de la interpretación. Por supuesto la película es vital, llena de vida y ello abre la puerta a muchas interpretaciones”, agregó el actor. Piquer tiene una destacada trayectoria en teatro en Nueva York y participó en varias películas internacionales.

(Fotografía: Marcelo Singer)

Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy

Los “Jostabol” están de fiesta

Era muy niña cuando una familia estadounidense se popularizó en Uruguay. Los Huxtable (“Jostabol” para mi memoria) fueron una de las más entrañables compañías televisivas de la década del 90.

Este 2009 el Show de Bill Cosby cumplió 20 años de su primera emisión en Estados Unidos. Un hito que pasó desapercibido; algo imperdonable para los seguidores.

En este tiempo en el que al encender la televisión -sin opción a TV Cable- uno no encuentra más que telenovelas; con culebrones de los cuales se conoce el comienzo, el desarrollo y el final, recordar a la querida familia “Jostabol” es un como una bocanada de aire fresco a 40 grados a la sombra en verano.

Sus integrantes, sus historias individuales, sus amigos, lo que los hacía reír o llorar, era siempre imprevisible. Daba gusto sentarse a compartir un nuevo capítulo. Pero no todo fue entretenimiento en la casa de los “Jostabol”, también fue un mojón en la historia.

El “Dr. Jostabol” era el padre de una familia de clase negra, residente en los suburbios de Chicago. Promediando el año 1984, cuando empezó a emitirse la serie en Estados Unidos, los “Jostabol” se posicionaron como una de las primeras familias de raza negra que no estaba estereotipada y se mostraba por tanto, igual a cualquiera de raza blanca.

Este mismo punto sin embargo les implicó cuestionamientos, ya que muchos activistas aseguraron que se formaba en base a arquetipos irreales, porque omitía las desigualdades existentes en la sociedad, derivadas de la discriminación racial.

Más allá de eso, aquella familia es un recuerdo amigable. Muchas series televisivas compiten actualmente por las grandes audiencias, muchas logran ser creativas, ingeniosas, audaces... pero pocas podrán sortear el paso del tiempo y permanecer acompañando el devenir de la historia. Ser parte de la historia...

Bill Cosby