Made in U.S.A.

“The Hurt Locker” el film que ganó este 2010 seis estatuillas de Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos se reestrenó en Uruguay, precisamente por haber conquistado el máximo galardón como Mejor Película en Hollywood.


Este reestreno se enmarca en la especulación de que el premio aumentaría el interés del público por la misma película que ya puede verse en TV por Cable y que 15 días antes de ser premiada con los Oscar no generó demanda del público oriental. Tuvo un fugaz primer pasaje por la cartelera y desapareció.


Sin embargo ahora, como estaba previsto, generó expectativa por la sola premiación. Así es que las salas antes casi vacías, están casi repletas para ver un film que muestra poco, pero que deja en evidencia que la lógica de premiación en Hollywood está perdida.


Este 2010 fueron 10 las realizaciones que compitieron por el rubro Mejor Película. Muchas de esas buenas películas, otras cuestionables como “Avatar” la gran competidora de “The hurt locker”, o “An Education”, que no pasa de ser una interesante anécdota de una vida.


“Vivir al limite”, como se conoce al filme de Kathryn Bigelow en las carteleras uruguayas es una película más de guerra. Salvo detalles, no sorprende ver al equipo de soldados estadounidenses peleando contra un enemigo sin rostro y con dilemas existenciales sobre si eso que hacen en el campo de batalla es o no, lo que desean para sus vidas.


Es una más de esas películas de guerra en la que se pelea contra un enemigo extranjero que en un momento fue vietnamita, en otro japonés, afgano, iraní. En este caso todo iraquí es un potencial tirabombas contra el cual lucha una brigada especializada en desarme de estos aparatos de fabricación casera.


Lo demás de la película es repetido también. Las mismas anécdotas. El hombre rudo, el soldado honesto, el corrupto. Todo trillado y conocido. Cuesta llegar al final del film sin saber cómo será. Es predecible. Cuesta no levantarse e irse en la mitad del film. Cuesta creer la lógica de la directora cuya mirada no aporta nada nuevo sobre los conflictos bélicos.


No hay sorpresas, no hay detalles interesantes, no hay sensibilidad femenina. Hay patriotismo yanqui, héroes anónimos y escenas dramáticamente innecesarias. Hay lugares comunes.


Lo más maravilloso del cine es lo que podemos recrear en nuestra imaginación con lo que no vemos en la pantalla. Con lo que nos involucramos conciente o inconscientemente. Ahí encuentro la genialidad de un director, que aquí por ciento, no hay.

De la pala a la flauta

¡Qué grande Twitter! Uno encuentra maravillas. Cómo el músico británico Nathan “Flutebox” Lee, un artista que resultó un gran descubrimiento.


Las búsquedas en Internet que realicé en español para conocer más de este “genio de la flauta” no arrojaron muchos datos. Encontré mucha difusión en inglés y videos que consolidan su peculiar estilo.


En Londres Flutebox 'Nathan' Lee es considerado como un pionero del siglo XXI por su manera de tocar la flauta. El músico mezcla Hip Hop, Reggae y ritmos de música clásica, jazz y melodías indígenas Funk.


En su sitio de MySpace se cuenta que el artista trabajó durante un par de años en la construcción como obrero hasta que cambió la pala por la flauta para iniciar un exitoso camino.


Junto a su banda The Clinic, Lee ya recorrió varios países compartiendo escena con talentosos músicos de Asia y Nueva York. En el video se ve parte de un fascinante show que realizó en ante un grupo de trabajadores de Google.

Viaje en el tiempo

La recepción estaba vacía. La película había empezado. Era tarde. Como suele pasarme, llegaba tarde o justo al comienzo con las primeras escenas ya en proyección. La boletera expidió el ticket y el portero cortó la entrada. No hubo guía para ingresar a sala, solo procuré hacerme de mi sexto sentido e intuir donde debía ir. No había muchas opciones, era hacia adelante, pero todo estaba en negro. Primero el sonido dio algunas señales y luego las imágenes dejaron algo más claro el oscuro camino. Mis ojos no estaban aún acostumbrados y todo, salvo la película, carecía de luz.


En el túnel del tiempo los celulares no existen -o al menos no funcionan- por eso el mío no iluminó nada. El intento fue inútil. Solo restaba esperar, tratar de no perderme nada, ni de la película ni del entorno. Finalmente una lámpara guió a otro cinéfilo que llegó aún más tarde y hubo un recoveco iluminado donde encontrar asiento.


Allí hubo al fin seguridad primero, y luego el comienzo del disfrute en el viaje por el tiempo con Marylin Monroe, Tony Curtis, Jack Lemmon y Some Like It Hot (Una Eva y dos Adanes), de Billy Wilder. No solo la película y sus colores grises y blancuzcos marcan una época sino los estereotipos de la belleza y la seducción.


Esa increíble mujer, ícono sexual del siglo XX es lejos, muy lejos, la imposición de lo que es una mujer hermosa y sexy en el siglo XXI. Sus curvas caderas, sus rellenos brazos y vientre son una gran evidencia.


En este túnel del tiempo también hay otras referencias que no son tan atemporales como la chica sexy e ingenua -poco inteligente- que se hunde en el camino que sabe que la conducirá justo adonde no debe ir: el sueño de una vida prometedora junto al anhelado amor, pero rodeada de engaño. Allí, mentiras y seducción hacen la trama, planteada con toques de humor, que esconden los tragicómicos tintes de una película tan vigente como atemporal.


Una Eva y dos adanes” habla de gustos diferentes y de preconceptos difíciles de entender en 1959 cuando se estrenó la película, como la homosexualidad, el travestismo o la vida bohemia. Pese a ello todo se muestra con fluidez hasta que llega inesperadamente un broche de oro... excepcional... risas primero... ruidos de bolsas y aplausos luego, y finalmente la sensación de estar viviendo en otro tiempo, que se mezcla con la realidad. Las risas del público parecen gravadas y no se sabe distinguir la verdad.


¿Qué verdad? Que en la sala se encienden las luces desde lo alto y que el cartel de “The End” en el fondo de pantalla delata que llegó el final del viaje.


Afuera en la calle hay una noche fresca con olor a otoño. En la sala una audiencia que sale otra que espera ingresar, vidas que se cruzan en un pasillo. En el proyector se rebobina la vieja cinta de una película que nunca ganó un Oscar y que según los entendidos merecía no una, sino muchas de esas estatuillas. Para mí una tarde de caramelos, risas y viajes sin tiempo.

Inmortal


Estoy tan cansada de estar aquí

Acechada por todos mis miedos de la niñez

Y si tienes que marcharte

Desearía que solo te fueras

Porque tu presencia aún permanece aquí

Y no me quiere dejar sola

Estas heridas no parecen sanar

Este dolor es tan real

Hay demasiadas cosas que el tiempo no puede borrar

Cuando llorabas yo secaba todas tus lágrimas

Cuando gritabas yo peleaba contra todos tus miedos

Y he sostenido tu mano durante todos estos años

Pero igual aún tienes

Todo de mí

Solías cautivarme

Con tu luz resonante

Pero ahora estoy atada a la vida que dejaste

Tu cara aparece

En aquellos que fueron mis sueños más placenteros

Tu voz ha perseguido

A toda la cordura que hay en mi

Estas heridas no parecen sanar

Este dolor es tan real

Hay demasiadas cosas que el tiempo no puede borrar

He intentado tanto decirme a mi misma que te has ido

Pero creo que aún sigues estando conmigo

Evanescence - My Immortal

Despreocupado

Argentina festejó el Oscar a Mejor Película Extranjera como si hubiese ganado el Mundial de Fútbol, fue uno de los titulares que se leía estos días en la prensa internacional.


Sin embargo en medio de toda la algarabía uno de los actores que interpretó uno de los personajes centrales de la historia se mostró realmente impávido ante tales muestras de euforia por el premio.


Pablo Rago, que hace un papel excepcional en “El secreto de sus ojos” reveló que el premio que otorgó la Academia de las Artes Cinematográficas de Estados Unidos al film de Juan José Campanella no le produjo nada y confesó que se quedó dormido en la transmisión de la gala.


El actor, fiel a su personalidad, mantuvo el mismo perfil bajo de siempre. En el programa de Televisión de Roberto Pettinato fue donde lo confesó todo. Dijo que se quedó dormido en la transmisión del Oscar, que el triunfo no le provoca "nada" y que Campanella "es un director excelente” y que eso lo “intimida", según publicó el diario argentino, La Nación.

La joya rioplatense


El secreto de sus ojos, del argentino Juan José Campanella, conquistó el premio a Mejor Película Extranjera en la entrega de los premios Oscar 2010. Un merecido reconocimiento para una de las mejores películas argentinas de los últimos años. Lea la crítica adjunta


La directora de Vivir al Límite (The Hurt Locker), Kathryn Bigelow, fue la gran revelación de la noche. Conquistó la estatuilla a Mejor Película y se convirtió en la primera mujer en ganar una en el rubro Mejor Dirección.


Todos los ganadores

Mejor Película:

- "The Hurt Locker"

Mejor Director:

- Kathryn Bigelow, "The Hurt Locker"

Mejor Película Extranjera:

- "El secreto de sus ojos" (Argentina)

Mejor Actor:

- Jeff Bridges, "Crazy Heart"

Mejor Actriz:

- Sandra Bullock, "The Blind Side"

Mejor Actor Secundario:

- Christoph Waltz, "Inglourious Basterds"

Mejor Actriz Secundaria:

- Mo'Nique, "Precious"

Mejor Película Animada:

- "Up"

Mejor Corto Animado:

- "Logorama", Nicolas Schmerkin

Mejor Guión Original:

- "The Hurt Locker", Mark Boal

Mejor Guión Adaptado:

- "Precious"

Mejor Canción Original:

- The Weary Kind, "Crazy Heart"

Mejor Banda Sonora:

- "Up", Michael Giacchino

Mejor Corto con Actores

- "The New Tenants"

Mejor Corto Documental

- "Music by Prudence"

Mejor Documental:

- "The Cove"

Mejor Mezcla de Sonido:

- "The Hurt Locker"

Mejor Edición de Sonido:

- "The Hurt Locker"

Mejor Montaje:

- "The Hurt Locker"

Mejor Cinematografía:

- "Avatar"

Mejor Efectos Visuales:

- "Avatar"

Mejor Dirección de Arte:

- "Avatar"

Mejor Maquillaje:

- "Star Trek"

Mejor Vestuario:

- "The Young Victoria"

Fuente AFP

Balances

Hago balance y repaso viejas fotos

Ya no soy aquel muchacho con relámpagos en los ojos

Conservo miedos con los que aún debo cantar

Aun siento el vértigo helado al echar la vista atrás


Ismael Serrano presentará este mes detalles de su próximo disco “Acuérdate de vivir”. Haciendo gala de su clásico tono reflexivo, el madrileño muestra algo que esboza ser el resultado de un largo proceso introspectivo.


Cuenta haber pasado revista a viejas fotos y hecho balance de su historia. Sabe que ya no es un adolescente, pero cree con firmeza en que mantiene dentro al niño que fue. Como si llegasen oleadas de La Traición de Wendy, donde rindió tributo a más íntimo ser.


“Hago el balance y repaso viejas fotos”, canta acompañado de un piano que viene muy bien. Son pocos los segundos que se conocen de uno de los temas, pero ese solo toque sella las ganas de conocer y escuchar más de los 15 temas que componen el nuevo material discográfico.


“Acuérdate de vivir” cuenta con la colaboración de músicos como Fredy Marugán, Jacob Sureda y Javier Bergia que le han acompañado en la gira que, a lo largo de más de 150 conciertos, le ha llevado por España, Argentina, Chile, Uruguay, Ecuador, México, Paraguay, Guatemala, Costa Rica, Puerto Rico, Perú, repasó la web oficial del artista.

Lo esencial es invisible a los ojos

“Lo esencial es invisible a los ojos” es una frase tan popular como trillada. Es casi siempre real, pero poco aplicable. Hoy en día lo que se impone es la imagen, lo visible, no la esencia. No lo esencial. Y aunque dicen que el aspecto exterior de las personas refleja su espíritu, eso tampoco es totalmente cierto. Como en todo hay reglas, y excepciones. Como “Precious” Clarise Jones.


Si tomo el estereotipo de belleza occidental, ella reúne todas las condiciones para estar en el extremo opuesto de ese canon. Ella sería todo lo que no hay que ser. Es fea, gorda y por si faltara algo proviene de una humilde familia. Es pobre.


A sus 16 años ya conoce y lleva bajo la piel más dolores que los que pueden acumular muchos seres en varias vidas. Su propósito y su esencia son lo que evidentemente la han mantenido viva hasta tan "avanzada edad", a pesar de todo.


La película de Lee Daniels tiene una manera diferente de introducirnos en la historia, llevándonos con intimidad al mundo que la mantiene viva: sus fantasías. Un mundo de ilusión en el que Preciosa se sumerge cuando su padre la viola, o cuando su madre mira hacia otro lado cuando eso mismo sucede.


Ella sueña a lo grande con las cosas más hermosas que desea para sí. Sueños que hasta la asemejan a cualquier otra adolescente. Siente el deseo de ser amada y amar, de enamorarse. De ser exitosa.


Su historia personal la obliga sin embargo a ocuparse una y otra vez en sobrevivir y no en "delirios" adolescentes. Pelear por su vida y lidiar con un embarazo incestuoso y una pequeña hija con síndrome de down siempre la traen de regreso a la realidad.


Preciosa pelea con todas sus fuerzas pese a todo para poder aprender a leer y escribir, para proteger a sus dos hijos, para salir adelante pese a sus circunstancias. Pelea por armarse de valor y seguir. Seguir entera cuanto más pueda.


Este filme ya ganó varios premios en festivales internacionales entre los que se destaca Mejor Actriz en los Globo de Oro, y compite en seis categorías en los premios Oscar, entre la que se destaca Mejor Película.


El argumento puede parecer trillado, rodeado de dramatismo y adversidades que finalmente se superan -cual sueño americano- con un final feliz, luego de un largo peregrinar espinoso y empedrado.


Ese es el sabor de la totalidad de la película, que podría definir como triunfalista. Pero en otro punto de vista, un poco más allá de lo evidente y buscando lo esencial que es invisible a los ojos me pregunto: tanta lucha contra demonios íntimos y externos, ¿podría arrojar otro resultado?