Medida del favor



Vi Cadena de favores, de Mimi Leder. Después que logré reponerme de varias sensaciones que no esperaba experimentar me senté en el sillón esperando que hirviera el agua de un “té para el consuelo”. Pasaron otros minutos y pensé: ¿cuántos tres grandes favores realicé en mi vida?

Repasé muchas imágenes con momentos diversos. Pasaron con flashes que no logré retener, no porque fueran muchos los grandes favores que realicé, sino porque consideré que cada uno de esos recuerdos no cabía en el concepto requerido.

Trevor (Haley Joel Osment), un niño de séptimo grado residente en Estados Unidos, pensó como tarea de colegio un proyecto para cambiar su mundo. La propuesta parecía sencilla. La idea lo era; la práctica no tanto. “Hay que ayudar a una persona y pedirle que retribuya ese favor a otros tres con igual compromiso e intensidad”, contó a su maestro.

Más allá de la anécdota del guion cinematográfico, la película abrió puertas fuera de la pantalla. Lo hizo cuando inspiró la creación de páginas web de ayuda o programas televisivos que se apoyaron en su espíritu.

Actualmente el boca a boca entre las personas que la ven sigue haciendo efecto. Quienes la vieron la recomiendan como consecuencia de una inevitable reflexión… porque hay historias que hacen pensar y llevan a lugares muy íntimos. Ésta, es una de ellas.